Fotografía de retrato en estudio: cómo encontrar tu luz perfecta

Cuando hacemos retratos en estudio, tenemos una gran ventaja: podemos controlar completamente la luz. Sin sombras molestas de las ventanas, sin sol impredecible — solo libertad creativa total. Eso es lo que hace que la fotografía de retrato en estudio sea tan apasionante: decidimos qué atmósfera queremos transmitir en la imagen.

Para esta sesión elegí una configuración de iluminación sencilla pero increíblemente efectiva para retratos en estudio. Tres fuentes de luz que juntas crean profundidad, equilibrio y un aspecto profesional — y que tú también puedes probar fácilmente.

Todo comienza con la luz principal. Con una softbox colocada a 45 grados del modelo, ilumino un lado del rostro mientras dejo el otro en una sombra suave. Este contraste da carácter a los retratos — a veces misterioso, a veces dramático, pero siempre lleno de vida.

Para evitar que las sombras sean demasiado marcadas, añado una luz de relleno más suave en el lado opuesto. Ilumina sutilmente sin eliminar la sensación de profundidad. El resultado es un equilibrio armonioso que hace que el rostro se vea natural y con volumen.

Finalmente, añado una luz de contorno desde atrás. Una luz LED dura crea un delicado resplandor alrededor del cabello y los hombros. Así el modelo se separa claramente del fondo — un pequeño truco que hace que los retratos en estudio parezcan inmediatamente más profesionales.

Para esta configuración utilizo el TAMRON 70–180 mm F/2.8 G2. Su distancia focal favorece los rasgos del rostro y su amplia apertura desenfoca suavemente el fondo. El resultado es un estilo íntimo y de alta calidad — perfecto para la fotografía de retrato moderna en estudio.

Tres luces, un objetivo — y ya puedes crear retratos en estudio con profundidad y expresión. Lo mejor de todo: puedes variar la intensidad, la distancia y los ángulos como quieras. Con el tiempo, desarrollarás tu propio estilo.

Mira el video aquí para ver la configuración en acción: